Uno de los requisitos para poder circular con tu moto es tener el seguro en regla, el impuesto de matriculación pagado y la ITV superada con éxito. A la hora de comprar una moto de segunda mano es importante que esté todo el regla y generalmente suele estarlo. Sin embargo, hay veces que no es así.
En principio es obligación del vendedor presentar la moto con la ITV en regla, pero cuando ésto no es así existen varias alternativas. La más lógica es insistir al vendedor para que cumpla con el trámite. En caso de no poder, debes saber que no podrás circular con la moto para llevarla al taller de la ITV.
La solución pasará por alquilar un vehículo que te permita transportar la moto, como puede ser un remolque, o pedirle a un amigo con una furgoneta que te ayude.
Al acudir a la ITV no te olvides que deberás llevar contigo el permiso de circulación, el seguro de la moto, tu DNI y la ficha técnica del vehículo.
Pasar la ITV tiene un coste medio de 25 euros, aunque el precio varía desde los 20 hasta los más de 35 dependiendo de la comunidad autónoma. Este es un coste fijo que debes tener en cuenta si compras una moto sin la ITV pasada.
Además, si el vehículo es antiguo es muy posible que tengas que hacer reparaciones adicionales. Antes de cerrar la compra de la moto deberías de de haberla llevado a un taller para que la revisasen o haber solicitado al comprador un certificado sobre el estado de la moto. Si no lo has hecho, deberías hacerlo ahora antes de llevar tu moto recién comprada a pasar la ITV.
Es importante que tu moto pase la ITV para poder circular, pero también porque si al hacer el cambio de papeles y de nombre está sin pasar, puede que Tráfico opte por retener el permiso de circulación del vehículo hasta que presentes la ITV.
