Viajes cotidianos, cortos y rutinarios. No los tenemos mucho en cuenta, más allá del fastidio de los atascos o de su espíritu rutinario, pero este tipo de viajes, llamados técnicamente in itinere, son más frecuentes de lo que podría esperarse.
A pesar de la notable disminución de la siniestralidad de los vehículos españoles durante 2011, hay que hacer notar que siete de cada diez accidentes se produjeron mientras se iba o se volvía del trabajo.Durante el mes de enero, la DGT lanza una campaña para hacer notar la importancia de la precaución ante los accidentes in itinere. La campaña consta de dos spots televisivos y dos cuñas radiofónicas que representan conversaciones y momentos cotidianos referentes a los desplazamientos “de casa al trabajo, y del trabajo a casa”.
Para circular de manera segura en este tipo de trayectos hay que aplicar el sentido común y, sobre todo, estar alerta como en cualquier otro desplazamiento. No por conocer el camino “con los ojos cerrados” tenemos que descuidarnos.
Aunque el estrés diario y las prisas nos empujen a circular más rápido, jamás hay que ceder a la tentación de soltar estrés a base de soltar gas. Por otro lado, las preocupaciones laborales o personales del día a día jamás tienen que descentrarnos de la carretera, y lo mismo se aplica a las llamadas telefónicas o a demás gestos cotidianos (¡nada de recrearse la vista con las modelos de los anuncios de las marquesinas!).
Aunque los viajes de casa al trabajo no suelen contar “legalmente” como accidentes laborales, ten en cuenta que son parte fundamental de tu vida diaria, y que debes estar siempre pendiente de evitar cualquier tipo de siniestro.
