La precaución es la mejor defensa contra los accidentes, pero nunca existe una seguridad total. Si tenemos la mala suerte de sufrir un percance conduciendo nuestra moto, hay que saber reaccionar para evitar más problemas e inconvenientes.

Aunque una de las características fundamentales en un accidente de moto es lo rápido que todo sucede, no está de más que pienses de vez en cuando cómo reaccionarías tú en distintos casos de colisión, derrape, fallo mecánico, etc…

No son pensamientos especialmente agradables, pero al igual que los soldados o los bomberos se entrenan para enfrentarse a casos desesperados, tu mente puede prepararse para actuar instintivamente si te trabajas unos «protocolos de emergencia», por así llamarlos.

Como ya sabes desde que aprendiste a montar en bicicleta, uno de los detalles clave para ir seguro sobre tu moto es saber que te dirigirás instintivamente al lugar donde estás mirando. Así, si un vehículo o un obstáculo amenaza con chocar contra tu moto, enfoca tus ojos y tu cerebro al lugar más despejado de peligros. Aleja la mirada del punto de potencial accidente, (sea una agujero en el suelo, otro vehículo..) y procura mover la moto con suavidad pero enérgicamente.

Si no puedes evitarlo, y «besas el asfalto», olvídate de la moto, suéltala e intenta ir deslizándote hasta parar del todo. Verifica que te encuentras bien y, si vas con un acompañante que resulta herido, socórrele médicamente únicamente en el caso de tener los conocimientos necesarios. Si no es así, espera a que los profesionales de urgencias se ocupen. Recuerda despejar la carretera cuanto antes, si puedes, aparta también la moto. Aléjate de la carretera, tranquilízate, y saca el móvil.

Ten en la guía de tu teléfono móvil el número de urgencias y los contactos más importantes en lo más alto de la lista, para no perder tiempo al llamar, o para que llamen otros por ti.

En lo relativo a las gestiones del seguro de tu moto, conviene detallar todos los daños causados, tanto de salud -un parte médico, si es posible- como materiales, además de elaborar un croquis con los detalles del accidente. Si la cosa llega a términos judiciales, anota cosas como nombres y contacto de testigos, así como de las autoridades que han intervenido y la fecha del accidente. No te cortes en pedir información: es el momento, luego localizar a testigos o contrarios es una tarea más complicada.

Debes comunicar el accidente a la aseguradora en el plazo de una semana -a no ser que tu póliza indique otra cosa- pero actúa con calma y sin presiones. No aceptes ninguna indemnización hasta que no se valoren detenidamente los daños. Recuerda tener la cabeza fría y en caso de dudas, no tomar decisiones como aceptación de responsabilidades, a menos que lo tengas muy claro.

Y, por supuesto, ten las espaldas cubiertas desde un principio contratando un buen seguro de moto y conduciendo con precaución.

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